Que como hemos vivido hasta ahora no es sostenible, lo tenemos más o menos claro ¿verdad? El planeta nos lleva lanzado SOS desde hace muchos años y los problemas son tantos y tan gordos, que a veces nos aturuyamos” y pensamos que no tenemos posibilidad de cambiar el curso de los acontecimientos. Respira. No te agobies. El cambio es posible y, lo mejor de todo, es que está al alcance de tu mano. Y de la nuestra, también. 

Si fueras tú solo o tú sola contra el mundo, se podría entender que no vieras luz al final del túnel” en cuanto a cambios sustanciales en tu entorno. Pero la realidad es otra. En tu edificio, en tu calle, en tu barrio y en tu ciudad hay más gente que quiere sanar la sociedad y vivir en un lugar mejor. 

¿Por dónde puedes empezar? Si nos lees habitualmente, ya tienes alguna pista de por dónde van los tiros, pero si eres nuevo/a puedes leer nuestro anterior post Ser rebelde de armario” para ir comprendiéndonos bien.  

Ahora que ya estamos centrad@s, profundicemos un poquito más en nuestras posibilidades — como sociedad— aportando datos reales relacionados al reciclaje y la reutilización de la ropa. 

 

La industria de la moda es el 2º sector más contaminante del mundo 

Y no lo decimos nosotros, lo dice la ONU. ¿Sabías que esta industria produce más emisiones de CO2 que todos los vuelos y envíos internacionales juntos? Pero es que esto no se queda aquí. Veamos unas cifras que te van a dejar claro un poquito más el impacto que tiene la moda en el medioambiente:  

la elaboración de una camiseta de algodón requiere de 2.700 litros de agua, cantidad suficiente para que una persona beba durante 900 días  

Seguimos. Cuando dejas que una prenda acabe tristemente sus días en un vertedero, aparte de no dejar que alguien más la disfrute o le dé un uso alternativo, estás permitiendo que se degrade lentamente y que emita altas cantidades de GEI (gases de efecto invernadero).  

Sí, la ropa también daña a la atmósfera y esta es una de las razones de más peso para que la recogida selectiva de telas se convierta en obligatoria en la Unión Europea en 2025.  

Mira este video sobre el vertedero de Atacama. Ya, queda lejos, pero es el mismo aire que respiras tú. 

Atent@ a estos datos: ¿sabes, más o menos, cuánto se usa una prenda? Lo más común es que la usemos unas siete o diez veces antes de desecharla. Está como nueva, pero un buen día, dejamos de vestirla. Aunque te parezca curioso, la verdad es que cada vez nos ponemos menos lo que tenemos.  

Un 36% menos que en 2000.  

A pesar de todo esto, muchas veces es complicado medir las consecuencias medioambientales y sociales que trae la fabricación de ropa. Porque, cuando se plantea el tema del reciclaje, la historia se complica un poco más. Saber de antemano la composición de la tela es vital. Para que una prenda se pueda reciclar con éxito creemos que debe estar compuesta por un solo material, ya que cuando son varios (50% algodón, 50% poliéster, por ejemplo) la separación es menos sencilla, pero no imposible. Existen métodos que nos identifican de qué tipo de tejidos está compuesta una prenda y poder también darle una segunda vida.  

Además en la actualidad, ya existen empresas que se dedican a separar tejidos.  La tecnología y la innovación está avanzando mucho y con ella la posibilidad de dar una segunda vida a prendas, tarea que en un principio puede  parecer complicada, pero que acabará siendo algo rutinario. 

¿Ves que el asunto no es tan fácil como reciclar cartón no? Estarás pensando “¡con lo que me cuesta a mí entender qué va para cada contenedor, como para encima que me pongan varios de ropa!”¡Alto! no tires la toalla, que te vemos. Koopera hace este trabajo por ti y desde hace 30 años. Cuando dejas una bolsa llena de ropa en nuestros contenedores, nuestra cadena se pone en marcha y nuestros compañeros seleccionan aquellos artículos que se pueden reutilizar, los que van a reciclaje o los que su destino es producir energía. Residuo cero. Fácil para ti y maravilloso para el planeta. 

 

Vamos a dejar huella 

Volvamos a ese pensamiento enquistado de que las cosas no se pueden cambiar” ¿de verdad te lo crees? Seguramente, a gran escala tardemos mucho en verlo, pero con este post queremos que te quede claro que, como vecin@s que somos, tenemos que sentirnos empoderad@s con nuestras posibilidades de mejorar el entorno día a día. Aquí tienes unas cuantas ideas que puedes poner en práctica para hacer más sostenible la vida que llevas: 

  • Compra artículos de producción local: los que vienen de países lejanos, sin meternos en ningún brete, solo en el transporte de los contenedores vía océano, contaminan muchísimo y es lo que queremos evitar, ¿lo recuerdas?. 
  • Adquiere prendas de segunda mano 
  • Regala aquello que no utilizas, dónalo o haz trueque.  
  • Recicla, recicla y recicla. 
  • Usa más la bici, que a veces te echa de menos 😉 
  • Lleva bolsa de rafia al súper, que se te están acumulando en el armario y también tienen derecho a orearse.  

Entre tod@s sí podemos mejorar el lugar donde vivimos. Tenemos el poder de dar mejores oportunidades: mejor barrio, mejor aire para respirar, acceso a agua potable (no te das una idea la cantidad de gente que no la tiene), mejores servicios y dar la oportunidad de trabajar y progresar a muchas personas. ¿A quién no le gustaría vivir en armonía con la naturaleza? Vale, hay de todo en el universo, pero seguro que si has llegado hasta aquí leyendo eres de esas personas que necesitan y quieren ver el cambio. 

El reciclaje es un tema muy de moda y la moda también se recicla, se transforma y tiene infinidad de vidas. Lo que sucede es que a veces no somos conscientes del impacto que tiene hacerlo o no. Pero hoy ya te hemos dado una pista. ¿Nos compensa donarla, reciclarla o transformarla? ¡Sí y mil veces sí!  

Ya sabes, puedes dejar en nuestros contenedores aquellas prendas que ya no necesitas o venir a vernos a nuestras Koopera Store y hacerte con todo lo que necesitas, de forma sostenible. ¡Nos vemos en Koopera!